5 de julio de 2012

Los Cumpleaños según pasa el tiempo


Cómo me emocionan los cumpleaños, siempre espero con ansias el momento de que llegue alguno para celebrar.


Pero vayamos por etapas, porque depende de qué punto de vista se vea. O no. No sé.


Cuando éramos pendejos nos invitaban nuestros compañeritos del colegio a algún salón de fiestas infantiles de esos con pelotero, animación y boludeces para los pibes. Nuestros padres nos llevaban, si éramos amiguitos cercanos del cumpleañero se quedaban y sino, nos venían a buscar a la hora estipulada para la finalización del evento. Aunque antes le ponían más onda a la animación. Digamos que tus viejos hacían valer la guita. 
Hoy en día llevás a los pibes a uno de esos salones y los que están a cargo tienen 5 años más que ellos y lo único que quieren es que se terminen esas 3 putas horas que tuvieron que ir a perder a un lugar que odian un domingo que podrían haber estado echados como las vacas en la cama. O están súper filtrados porque la noche anterior se fueron de joda. Ambas opciones son válidas.
Obvio que están las excepciones de la gente a la que le gustan los chicos y disfrutan esa clase de trabajos, bla bla. Los admiro, porque para mi, los chicos son divinos... atrás de un vidrio blindado y una baranda de seguridad... ¿o eran las serpientes en el zoológico esas? no sé.


A medida que fuimos creciendo fue cambiando la onda. Entramos en la pubertad y ya nos empezamos a cagar a piñas en los cumpleaños y a meternos más en la organización.
Papá: "¿dónde querés que te hagamos el cumple, Nachito?"
Nachito: "dejá pa, yo me ocupo, hay una matineé acá a la vuelta a la que vamos todos los sábados con los pibes, soy amigo del barman, me hace descuento si le llevo más de 3 chicas... la vamos a pasar bomba, eso sí, ni se te ocurra aparecer, sos un quemo". 


Y ahí es donde nuestros padres se fijaron y comprobaron que ya nos estaba creciendo pelo en las gambas. 


Uuuuuh, gambas al ajillo ((sí, sigo a dieta)).


Ya de los 15 para arriba, aprox., le pedimos permiso al viejo para hacerlo en casa y aprovechamos la oportunidad para invitar a todos aquellos que nos caen bien, y a los que nos caen mal también porque sino quedamos re ortibas. Obiamente invitamos también a LA minita o EL pibito, que rara vez puede venir, porque seguro es una re diva o un flaco súper popular que siempre "tiene algo más importante", situación que se mantendrá hasta los 30 y pico en el mejor de los casos.
Si somos invitados a alguna de las fiestas de esta etapa las disfrutamos mucho: comida y bebida gratis, con suerte algo de alcohol, y lo más importante... volver tarde a casa para demostrar a nuestros viejos lo malos que somos.


Unos años más adelante ya ni permiso pedimos porque "la casa también es nuestra" y acotamos la cantidad de gente que invitamos, ya entramos en la etapa del hippie, nunca falta el que lleva la guitarra y/o el que grita "tocate una que sepamos todos" y terminaron pajeándose en masa. O dándose masa. A esa edad nunca se sabe.


De los 20 y pico para arriba ya estamos más tranqui, algunos ya tienen pibes, otros laburan y estudian y no tienen tiempo, otros tienen que cuidar a la abuela, depende de cada uno.
Por estas edades empezamos a preferir un barcito tranqui ((ya comprobamos que en casa es un quilombo porque después tenés que limpiar todo sino tu vieja te deja el ojete colorado)), con algún pool, buena música, donde se pueda fumar, si bien antes se podía fumar hasta en los salones infantiles, ahora con la ley antitabaco no podés fumar ni en tu propio comedor. 
Tendemos a sacar muchas fotos para documentar el momento, con lo que terminamos viviendo la fiesta a través de la cámara, pero años después, nadie nos quita las 254 fotos que sacamos y que nos ayudarán a recordar uno más de nuestros cumpleaños. Acotamos más la cantidad de gente y hasta es probable que seamos sólo 4 o 5. Pero qué bien la pasamos.


Ya pasando los 25 te gusta festejarlo en privado con tu pareja e.e ((o con varias parejas e.ex2)) (?)
Te quedás tranqui en casa, capaz alguno se pega una vuelta a tomar unos mates, si sos de los que tienen toneladas de amigos, probablemente te organicen algo estilo fiesta sorpresa, y de seguro el propio día de tu cumpleaños lo pases trabajando.


A eso de los 30 hacemos la regresión, con fiestas en casa, con música fuerte y la nona bailando el trencito en el living, los chicos revolotean toda la noche entre los grandes que bailan el baile de la botella como si tuvieran 15 años y a eso de las 0400am te ponés, con tu cuñado/a a mezclar bebidas alcohólicas varias y cagarte de risa toda la noche como una criatura, hasta que perdés el sentido de la orientación y ves a tu pibe tirado en el piso durmiendo, y decís "ok, se terminó la joda para mi". Y decidís emprender la retirada. La resaca te dura unos 4 días, porsupuesto.


En resumidas cuentas, cuanto más grandes somos, mejor la pasamos (?)


Ahí se ven.

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