29 de agosto de 2012

Del suceso del año


Bueno muchachada, después de que la profe de alemán haya engrosado enormemente mi ego acercándose a mi durante un ejercicio oral ((no de esos, no sean depravados)) en mi segunda clase, que cabe destacar no es la segunda, sino algo así como la sexta en realidad, sólo que yo empecé tarde:

"¿Vos estás segura de que nunca estudiaste alemán antes?" 
"Sí" 
"¿Segura?"
"Sí"
"¿De verdad?"
"Sí" ((O___O))
"Porque andás muy bien"
"Gracias, me gustan mucho los idiomas" ((That awkward moment...))

Y de darme cuenta de que necesito urgentemente una exfoliación en la espalda, me gustaría comentarles a qué punto se ha elevado mi nivel de patetiquez.

Claro, yo sé que les encanta leer las miserias de otras personas porque eso levanta sus autoestimas, pero no está bueno perder el 55% del día mirando 9gag porque ni siquiera te da la cabeza para terminar de leer un libro.

Lean "El círculo mágico" de Katherine Neville si quieren sentir que el quest de terminar de leer un libro es algo imposible de alcanzar, y que nunca van a poder gritar ¡Lo conseguí! como en el juego de la oca. Ya me había pasado con "Drácula", versión original, pero esa es otra historia. No he sido capaz de encontrar una reseña favorable para este libro, que si bien a mi sí me está gustando, parece que al resto del mundo le parece pura basura.

Teniendo, como persona SUMAMENTE ocupada, cosas importantísimas que atender además del trabajo y el recientemente adoptado estudio, evidentemente sentí en algún nivel de mi subconciente que no eran ocupaciones suficientes así que decidí agregarle más a mi pobre y magullado cerebro. Sobrecargada de tensiones en mi vida privada, detalles que no disclosearé porque causarían demasiada risa y para eso está plina, o lia, o sus propias vidas, entré en discordia NUEVAMENTE con mi querida Movistar.

No, es cierto, nunca les conté el primer incidente. Aquiles, aquí les va:

La madurez de Lu la llevó a desear un celular nuevo, más específicamente un "esmárfon", de esos que te hacen tostadas, te corrigen las monografías para la facultad y van al supermercado por vos, no les recomiendo que lo dejen hacer lo último porque a veces se trae un vinito de más y terminás con problemas. 
Resultó ser que las circunstancias de la vida me permitieron comprarme uno, muy bonito por cierto, con un panel para lectura de huellas digitales ((¿¡¿¡para qué mierda querés algo así?!?!)) y led de colores varios, claro que gracias a Android le podés configurar TODO y el tipo te baila la conga también si querés. O la reproduce si te bajás la pista y el winamp, no sé, fijate.
Todo muy hermoso, hasta que te llega la factura ¿no? El problema no fue la factura en sí, paso a describirles la oferta:

"Celular con plan de $149... $1599"
"Celular con plan de $200... $1599" ((que "en realidad" eran $1999))
"Celular con pito de plástico y batería larga duración... no tiene precio"

¿Qué eligió Lu? Si me leen a menudo, van a saber deducir que la primera opción fue mi elección, sin más vueltas, realicé la compra a través de la preciosa "Tienda Movistar", léase, la tienda virtual de dicha empresa, les muestro a continuación el comprobante virtual que me enviaron a mi casilla de mail:




Luego, con la primera factura de consumo, me llegó una diferencia de $400:




Observen que la operación data de abril del corriente, ancient times.
Luego de repetidos reclamos y escalar la situación a supervisores y gerencia, la única conclusión a la que llegué es a que fui forreada, una vez más, por una multinacional, menos mal que para este tipo de cosas ya tengo el ojete envaselinado, pero igual me dolió. La única respuesta que recibí de parte de la empresa fue: "El precio del equipo con plan de $149 era -en realidad- de $1999, si quiere que le ajustemos los $400  ((que te cobramos sin avisar así que te cabió, puta)) va a tener que cambiarse al plan de $200".

Claramente dejé que me cobren los $400, porque estaba adherida al débito automático, cosa que ya solucioné con thinner y ahora estoy tramitando un reclamo a través de Defensa del Consumidor.

Lo peor es que, no contenta con que me hayan garchado como me garcharon, intenté, debido a repetidas llamadas, mensajes y molestias de gente indeseable, cambiar mi número de teléfono y después de llamar 3 días seguidos sin que haya disponibilidad me dicen "Va a tener que ir a un centro de atención al cliente a solicitar la reposición del chip". Pues bien, tengo un centro de atención al cliente a la vuelta del laburo, pero como parece que no eran lo suficientemente mierdas, lo mudaron a 20 cuadras, conclusión, no llego en la hora de almuerzo. Ahora más que nunca, modo silencioso, ¡ven a mi!

No sé en qué carajos terminará todo esto, pero, es el gran suceso del año 2012 para mi, imagínense lo activa y divertida que es mi vida últimamente.

¡Ahí se ven!

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