5 de junio de 2012

En el Bondi NO

Probablemente muchos de los pocos que leen esto se hayan cruzado con uno o más (o todos) de los personajes que a continuación detallaré.


No es que yo misma no encaje en algunas o todas las descripciones, incluso más de uno también se sentirá identificado y no precisamente por habérselos cruzado nada más.


Espero que entiendan que esto es MI opinión basada en MI experiencia, se aceptan sugerencias de nuevos personajes.


A saber, en el bondi, todos los días, te cruzás con gente indeseable, que indudablemente encajará en alguno de estos patrones:


La topadora: cuando el bondi está hasta la manija, y el señor o la señora, piensa que en el fondo está el lugar ideal para pasar el resto de su viaje, por lo que, a pesar de que no haya lugar disponible para que su humanidad pueda llegar cómodamente a dicho punto del colectivo, comienza a empujar sin miramientos a todo aquel desgraciado que tenga la mala idea de estar ubicado en su camino, generalmente al grito de "¡¡¡¡PERMISO!!!!"... más de uno de ustedes seguramente todavía tenga algún hematoma ocasionado por el golpe contra el caño que está al lado de la expendedora de boletos, claro, precedido por el famoso y vacío "ay, perdón", que la topadora suelta cuando se da cuenta de que está provocando contusiones a sus co-pasajeros.


El amague: por lo general viejas de mierda que disfrutan, en bondis tan cargados de gente que ya no paran más hasta descomprimir un poco la carga, de simular su próximo descenso. Cambian de posición, agarran los bártulos que tengan y los cambian de lugar, se acomodan la cartera, miran por la ventanilla dando a entender que están llegando a destino. Todo para después hacer un gran "OLE" y quedarse sentadas sin más después de que quien está parado a su lado -por lo general, yo- se haya hecho LAS ilusiones y proceda a putearla mentalmente en todos los idiomas que no sabe hablar.


El cataléptico: clásico personaje, siempre a hallarse entre la gente ubicada en asientos, que, al subir algún lisiado, embarazada, viejo choto o cualquier beneficiario del derecho a ocupar uno de los primeros tres asientos del vehículo, cae instantáneamente en un sueño profundo que ni el más violento choque podría interrumpir. Increíble lo que pueden provocar ciertas enfermedades.


El mirón: este puede estar sentado o parado, si está sentado, es por lo general alguien que se encuentra debatiéndose entre la existencia o no de embarazo en aquella muchacha excedida de peso que acaba de sacar el boleto, pensando "¿le doy el asiento o le doy un activia?". Fija su vista en el vientre de la susodicha haciéndola sentir incómoda, sin cederle el asiento, hasta que eventualmente ella se lo pida o alguien más se lo de. También sucede que, cuando está parado, mira, como en una vieja publicidad televisiva, a una persona X imaginando mentalmente la frase "mirame, mirame, mirame, (coma periódico)"; cuando persona X finalmente lo mira, desvía la mirada hacia la ventanilla donde, casualmente se encuentra el cartel de un cine condicionado, provocando que X ría internamente considerándolo de manera automática un pelotudo.


El de los anteojos de sol: este personaje puede ser encontrado en versión femenina o masculina. Usualmente se lo ve mirando hacia la ventanilla, al parecer, sin mayores preocupaciones. Pero en realidad, lo que sucede detrás de ese par de lentes oscuros es una crítica inminente de absolutamente TODOS los demás pasajeros. "Qué buen@ que está es@", "qué horrible cartera tiene aquella" o "dejá de tirarte pedos" son algunas de las frases que cruzan por su mente durante el viaje; lo que nos lleva al siguiente personaje.


El tirapedos: típico hijo de puta que se caga en el bondi, más comúnmente en un bondi lleno, bajo la premisa de "nunca van a saber que fui yo", a veces lo acompaña con una pequeña sonrisa, que algún que otro personaje será capaz de detectar, si presta la suficiente atención y, porsupuesto, lo engancha justo.


El colgado: el que nunca sabe a dónde va, cómo llegar, si se subió al bondi correcto, no tiene la dirección, no sabe en dónde tomó el colectivo y claramente no tiene ni idea de qué está haciendo ahí. Pregunta constantemente al chofer cuándo se tiene que bajar, si falta mucho, usualmente cuenta con un dato acotado, como ser el nombre de la calle en la que debe descender, pero nada más, lo que confunde y hace enojar a dicho conductor, provocando gritos y peleas, que nuestro siguiente personaje disfruta a sus anchas.


El espectador: el que está a la expectativa de cosas "emocionantes"; cuando se produce alguna discusión, choca el colectivo de al lado, se cae alguna vieja,  o alguien no recibe el vuelto de la expendedora, este curioso personaje se encuentra con la vista fija en el hecho, anotando todo mentalmente para postearlo en feisbuc cuando llegue a la casa, o, si cuenta con un dispositivo que se lo permita, lo posteará inmediatamente, lo que nos conduce a la siguiente descripción...


El cell fan: el moncho que JAMÁS se desprende del celular desde que puso un pie en el bondi hasta que bajó, a este patrón lo podemos sub-dividir en algunos otros, a saber:
  El hablador: no para de hablar por teléfono, más molesto aún, por radio, medio destinado a conversaciones empresariales (?): -prip- "¿ah sí? no sabés boludo, esta mina está que se parte sola" -prip- "no te la pue" -prip- "encima fuimos a la barra y conocía al barman" -prip- "no me digas que chupaste grat¡'" -prip- "obvio papá, estás hablando con un groso";
  El mensajero: se sube ya mensajeando, obtiene asiento en un colectivo medianamente lleno, y continúa mensajeando durante toda su estadía en el mismo. Usualmente este tipo de gente cuenta con un ringtone particularmente molesto y a un volumen de temer.
  El music-maniac: porta los auriculares más grandes y feos que puedan encontrarse en el mercado, a veces incluso con colores fluorescentes que lo hacen aún más llamativo de lo que ya de por sí es. Mueve irremediablemente la cabeza, las manos y los pies al ritmo de la música que está escuchando, lo que lo hace parecer, obviamente, un infradotado ya que NADIE más está escuchando esa música. Punto a favor de este personaje: es feliz en su cápsula musical y le chupa un huevo el resto del bondi -o del mundo-.


Y cerramos con un clásico que no falta en casi ningún bondi:


El grupo de locas gritonas: las tres o cuatro pendejas de mierda, a veces con uniformes, otras a las 0600am cuando salen de bailar, que no pueden parar de gritar, usualmente comentando obscenidades de sus vidas personales, lo mucho que tienen que estudiar y lo poco que van a cumplir con tal premisa, lo mucho que odian a sus castradores padres, o lo puta que es esta o aquella otra, que seguro no les hizo nada, pero a alguien hay que sacarle el cuero ¿no?. Por lo general, provocan las miradas del resto de los pasajeros, hacia ellas y entre sí y un pensamiento general que abarca varias frases que van desde "por favor que se callen" a "por favor que se bajen".


Saludos, lectores, espero que lo hallen verídico, y recuerden... todos nos cruzamos con alguno de estos alguna vez, todos encajamos en alguna de estas descripciones alguna vez... tratemos de hacer algo bueno por la humanidad (?) y recordemos que todo esto son cosas que se hacen en casa.
¡¡En el bondi NO!!







6 comentarios:

  1. Descrito con precisión!

    Yo puedo dar una sugerencia. Falta el clásico "seguro que a todos les gusta la misma música que a mí", que te pone reggaetón al palo de su teléfono con mal audio. Es el favorito de todos.

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  2. y te falto el grupete de viejas chotas que vuelven a las nueve de la noche con miedo como si fueran las cuatro de la mañana, gritando como colegialas, de pelotudeces tales que hasta el colectivero se caga de la risa y hasta hace comentarios tambien boludisimos. Incluida tu madre jojo

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  3. Lu, te olvidaste de hacer una mención a la tan famosa cita que siempre algun apretujado dice desde la parte delantera del bondi.. "en el fondo hay lugar!"

    Y no nos olvidemos de "el atermico" que te abre la ventana en pleno invierno cuando te estas recagando de frio.. o te la deja cerrada en verano (o dias de mucha humedad).

    Otro dato para aclarar de todos estos personajes, es una cuestión cuasi matemática, que dice que cuanta mas gente haya en el bondi, mas molestos son cada uno de estos entes.. en fin.. Salu2.-

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    1. El primero que mencionaste suele ser el chofer, de los cuales también podemos diferenciar unos cuantos tipos. Al atérmico le sumo el imbécil que ve que chorrean los vidrios de lo empañados que están y no es capaz de abrir una hendijita nomás aunque sea (?).
      ¡Totalmente de acuerdo con tu último punto!

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